Origen

La Fundación de Trabajadores de la Siderurgia Integral nació de un acto de solidaridad de los antiguos trabajadores de la siderurgia que un día constituyeron una Caja Complementaria para mejorar las prestaciones de incapacidad temporal. Con el paso del tiempo, debido a la mejora de los sistemas de previsión social, la Caja quedó desprovista de su finalidad original.

La voluntad de los fundadores fue que ese dinero, junto con las aportaciones de otros mecenas a los que deseamos agradecer, una vez más, su constante apoyo y solidaridad, sirviera para canalizar la experiencia que en su día acumularon en el duro desempeño de su profesión, hacia jóvenes que inician su vida profesional o hacia trabajadores de otros países, contribuyendo a su promoción y desarrollo.

Es pues una Fundación nacida bajo el signo de la solidaridad. Nuestra intención es ayudar, complementar, unir voluntades en la noble tarea de la transmisión del conocimiento y la experiencia. De ella depende, a largo plazo, el porvenir de los pueblos.

Esta voluntad de ayuda tiene una característica especial que nos enorgullece, y que consiste en unir a trabajadores e instituciones de las Comunidades Autonómicas que han tenido un significado especial en la siderurgia. Queremos construir y queremos unir.

Además de la formación, a la que dedicamos una atención preferente, queremos también ayudar a nuestra sociedad a tomar conciencia y analizar algunos de los problemas que afectan a trabajadores y empresas, como son la responsabilidad social, la seguridad en el trabajo o el diálogo social.

En definitiva, queremos devolver a la sociedad algo de lo que ella misma nos ha dado; queremos integrarnos armoniosamente en nuestro entorno, y contribuir con nuestro esfuerzo, a su mejora y desarrollo.