En el marco de una crisis siderúrgica mundial que se inicia en 1974 -con el agravante de que las políticas industriales de los últimos gobiernos franquistas optaron por retrasar artificialmente la repercusión del incremento de los precios del petróleo y mantuvieron su carácter expansionista que condujo a una situación de hipertrofia de la siderurgia no integral- la siderurgia integral española atravesaba a finales de los 70 por una crisis que demandaba para su superación, una política de reconversión.

Las tres siderurgias integrales, ahm –Altos Hornos del Mediterráneo-, ahv –Altos Hornos de Vizcaya- y ENSIDESA, presentaban un elevado endeudamiento y un exceso de personal, por lo que el sector estaba necesitado de inversiones que lograran una reducción de costes y el equilibrio de las capacidades productivas en sus distintas fases.

Con la incorporación de España a la Comunidad Europea en 1986 se adoptaron medidas adicionales amparadas en la obtención de ayudas públicas, tales como el cierre total de las instalaciones integrales de ahm situadas en el Puerto de Sagunto, y una reducción de plantillas importante, acompañada por una reducción de las capacidades de producción en ENSIDESA y las instalaciones laminadoras de ahv.

En 1991 el Instituto Nacional de Industria constituye la Corporación de la Siderurgia Integral, creada para gestionar conjuntamente las dos siderurgias españolas más importantes, las hasta entonces rivales ENSIDESA y ahv: El resultado de esta unión es Aceralia Corporación Siderurgica, hoy integrada en uno de los grupos siderurgicos mas importantes del mundo: Arcelor.